Planificación financiera personal: un manual para organizarlas de manera eficiente
8 de mayo de 2025

La organización de las finanzas personales es una tarea que requiere tiempo, metodología y paciencia, dado que estamos obligados a seguir unos pasos sistemáticos, si realmente queremos tener una economía doméstica y familiar libre de sobresaltos.
En qué punto se encuentran nuestras finanzas personales
Siempre que comenzamos con cualquier tipo de análisis tenemos que determinar claramente cuál es nuestro punto de partida. En este caso, el punto de partida financiero consiste en elaborar un balance de nuestra situación económica.
Este balance incluirá, al igual que los balances contables, cuáles son nuestros activos, incluyendo en él ahorros, dinero y propiedades y cuáles son nuestros pasivos, considerando como pasivos todas las deudas y pagos que tengamos que realizar. Para saber manejar las finanzas personales, la Fundación BBVA Provincial pone a u disposición el curso virtual ¿Cómo organizar mis finanzas? en el que conocerás conceptos básicos que te ayudarán a planificar tu presupuesto.
Una vez tengamos este balance confeccionado, deberemos proyectar en el tiempo esa fotografía, haciendo una serie de proyecciones futuras sobre la evolución de nuestra propia economía.
En estas proyecciones, debemos evaluar los cambios a los que nuestras finanzas se enfrentarán a lo largo de los años, como por ejemplo el daño y sustitución del vehículo o la necesidad del cambio de vivienda porque vaya a aumentar nuestra familia. Con estas dos fotografías podremos dar paso al siguiente paso.
La fijación de los objetivos personales
La vida no es monótona y todos tienen metas, a realizar a corto, medio o largo plazo. Para planificar adecuadamente nuestras finanzas personales en el tiempo debemos proceder a fijarnos una serie de objetivos. Dentro de estos objetivos podemos enumerar, por ejemplo:
- Eliminar todas las deudas de nuestro balance actual.
- Ahorrar para cambiar de vivienda.
- Mejorar nuestra economía doméstica para darnos unas vacaciones.
- Preparar los estudios y educación de nuestros hijos.
Los objetivos a fijar deben ser siempre coherentes, las metas deben ser realistas y alcanzables y por supuesto, requieren una evaluación del riesgo y del sacrificio que nos va a requerir conseguir ambas cosas.
En muchas ocasiones, fijar unos objetivos llevan aparejados una serie de riesgos inherentes al camino a seguir para conseguirlo, en el vehículo financiero que tomamos en cuenta para conseguir nuestra meta o en el caso de que se trunquen nuestros flujos de ingresos y gastos. Para lograr estos objetivos se puede aplicar la regla del 50-30-20.
El riesgo financiero es un parámetro que se puede y se debe minimizar pero nunca se puede hacer desaparecer del todo. Este riesgo es un factor aleatorio, difícil de medir pero que nunca se puede despreciar, dado que este factor es uno de los principales a la hora de truncar nuestras expectativas financieras.
Si quieres conocer cómo lograr balancear las finanzas, no dejes de visitar la página de BBVA Provincial y conoce las herramientas para tu presupuesto y descarga el modelo para empezar a trabajarlo.